Cuenta la historia que un pueblo abandonado de los lugares más recónditos de un país suramericano, que en dicho pueblo aparece un fantasma todas las noches de luna llena, pero al contrario de lo que se podría pensar no es un lobo o algo parecido es un hombre enano que se viste de duende y hace “Justicia”, haciendo que quienes visitan el lugar se lleven un buen susto si hacen cosas indebidas y a veces es por el simple hecho de hacerles pasar un mal rato.
El tema con esta especie de duende, es que después que la historia se rego por el pueblo todo el mundo dice haberlo visto y tener una historia con él, se ha convertido en una especie de mito, y quienes no lo han visto esperan que cuando realizan visitas sean noches de luna llena para ver si lo ven.
Es algo que nadie entiende por mas que les despierte curiosidad y hasta un poco de miedo, él es quien selecciona quien lo verá solo con un propósito que muy pocos pueden entender pero que en realidad tiene de trasfondo el buen actuar de todas as personas que se encuentran en el pueblo.
La verdad es que esta especie de mito o cuento de terror se ha vuelto típico, a pesar de que el tiempo ha pasado, y si algo queda clara es que si no ponemos límites todo el mundo hace lo que le considera para su bien estar sin pensar en el otro.
Esta es de esas historias que busca dejar en los más pequeños una lección demostrando que las pequeñas acciones tienen consecuencias, y aunque no lo crean sirve para poner en control a ciertos adultos que a veces suelen olvidar lo necesario que es el buen comportamiento.
El misterio es parte la vida, hace todo un poco más cuidadoso.